El choque, que se ha convertido en un nuevo clásico del fútbol sudamericano, es clave para el conjunto de Edgardo Bauza ya que de salir airoso empezará a encaminar la clasificación hacia Rusia. Es decir que en sólo 90 minutos puede pasar de la angustia por no saber si va a la máxima cita del año próximo a estar en una posición tranquilizadora.

Cuando sean las 20.30, el brasileño Sandro Ricci dará la orden para que el balón empiece a rodar y a partir de allí los corazones argentinos palpitarán como en cada ocasión en la que la Selección afronta un encuentro tan decisivo.


Sólo triunfar


Por el presente de Chile, actual bicampeón de América, y si se tiene en cuenta que la altura de La Paz inspira demasiado respeto (Argentina visita el martes a Bolivia), esta doble jornada de Eliminatorias no aparece sencilla para nuestra selección, aunque en la intimidad del búnker en la AFA se cree que la cosecha puede resultar importante.

Pero primero hay que enfocarse en hoy. Un partido complicado ante un rival que viene con un agrande impresionante producto de sus dos finales ganadas, ambas en la definición con remates desde el punto penal, al elenco albiceleste.

Claro que en Eliminatorias la historia es distinta y habrá que hacérselo sentir a un conjunto que tendrá la baja de su futbolista más destacado: el Rey Arturo Vidal.


Con todo

Argentina pone toda la carne al asador. Con una formación en la que volverán a estar los que en algún momento fueron llamados "cuatro fantásticos" (está claro que Leo Messi lo sigue siendo y que el calificativo ya no les sienta bien a Di María, ni a Higuaín, ni al Kun Agüero).

Sin embargo, el Patón deposita toda la confianza en ellos, apostando a un equipo con una presión asfixiante, que no le permita pensar a la mañosa Roja. Pero habrá que ser inteligente pues la visita demostró tener oficio y en muchas oportunidades ha sabido soportar la presión de un estadio como el de River, que será un hervidero.

El equipo nacional tiene claro que si saca adelante el partido, empezará a ver más cerca que nunca el Mundial. Pero también sabe perfectamente que si no suma de a tres, su acceso a la cita a la que quieren llegar todos estará, al menos por estas horas, frío. Tan frío como el clima de esa Rusia a la que tenemos que llegar como sea.