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22 de febrero de 2018

El Fortín - Estudiantes terminó en un escándalo por el Federal C

Una vez terminado el primer tiempo, ingresó al campo de juego el entrenador fortinense Mayoz, y agredió con un cabezazo al árbitro Cristian Arce. El partido fue suspendido.

El encuentro por la cuarta fecha del Federal C entre El Fortín y Estudiantes de Olavarría termino en escándalo y suspendido, debido a la agresión al árbitro. ¿El arbitraje en el encuentro? No más que discreto. Su primer error fue en la vestimenta: nunca debió haber permitido que el arquero de Estudiantes jugara con la misma camiseta que El Fortín. En cuando a la conducción de juego, se fue enamorando del "siga - siga", dejó algunos contactos sin sanción y sobre la hora se le picó feo, cuando obvió un par de infracciones, la primera a Rojas, la segunda a Mujica (le tiraron un patadón y no lo agarraron por poco) y todos se arremolinaron en la mitad de la cancha, contra la tribuna que da a la calle Dean Funes. El Fortín reclamó un par de penales, por supuestas manos, que desde arriba no parecieron. Pero nada hacía presagiar el desenlace: Maximiliano Mayoz, entrenador de El Fortín, salió desde su banco en dirección a Cristian Arce, le hizo un reclamo, recibió como respuesta una expulsión y le aplicó un cabezazo en el rostro al árbitro hinojense. Arce cayó fulminado al campo de juego, frente al estupor generalizado. Y permaneció varios minutos tendido, asistido por el médico de Estudiantes, de inmediato apareció el médico de El Fortín y quedó custodiado por una importante guardia policial. Luego de un rato Arce recuperó la vertical y se dirigió hacia su vestuario acompañado por sus colaboradores (Aizcorbe y Lucas Jara), los uniformados y casi todo el arco mediático que estaba cubriendo el partido. A esa altura sólo nerviosismo en el pequeño recinto, ubicado en el medio de los dos vestidores. Arce se metió en su vestuario, con Aizcorbe y Jara, dejó una custodia policial en la puerta y de inmediato ordenó a través de primero el retiro de todos los periodistas que estaban en el lugar. A las 22.03 se abrió la puerta del vestuario y Arce manifestó (o lo hizo a través de sus colaboradores), que no estaba en condiciones psicológicas de seguir arbitrando el partido. La suspensión encendió la ira de varios jugadores del El Fortín, quienes fueron contenidos por sus dirigentes, y derivó en un tímido festejo dentro del vestuario de Estudiantes, que no trascendió más allá de un "vamos, carajo. Ganamos el partido". Arce no volvió a hacerse ver sino hasta varios minutos más tarde. Evitó todo contacto con la prensa y evidenció una inflación en el pómulo derecho. El partido fue suspendido y el caso ahora pasará al Tribunal de Penas del Consejo Federal, que definirá el destino de este asunto.

Nota: El Popular.

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