CURIOSIDADES
21 de noviembre de 2025
De irse a pescar a ganarle una final inolvidable a Roger Federer: a 20 años de la epopeya de David Nalbandian en el Masters

En 2005, y luego de clasificar al torneo por una casualidad, el cordobés venció al número 1 del mundo tras una batalla de más de cuatro horas y media. Hasta hoy es el último tenista no europeo en lograr el título
>Se cumplen 20 años de una hazaña tan magnífica como impensada, de una historia circular que comenzó y terminó con un mismo rival. Uno al que David Nalbandian, el protagonista de esta historia, ya venía enfrentando desde juniors: Roger Federer.
Como en las buenas películas, la historia vale el flashback porque Nalbandian, fuera de toda chance de clasificar, ya había decidido iniciar sus vacaciones junto a sus amigos. Tenía todo listo para irse de pesca. Algunas actuaciones irregulares durante la temporada y algunos problemas físicos lo habían apartado del Top Ten por primera vez en mucho tiempo. Aquellos días de noviembre de 2005, la suerte de David en esa temporada parecía echada.
En el puesto 12° del ranking ATP, “no tenía en la cabeza jugar más torneos”, reconoció. Sin embargo, cuando ya pensaba más en la caña que en la raqueta, David recibió un llamado inesperado.
David habló con sus amigos y guardó las cañas de pescar. Armó un bolso, juntó sus raquetas y emprendió el largo viaje hasta la sede del torneo: el Qi Zhong Stadium.
El sorteo envió a Nalbandian a compartir el Grupo Rojo con Federer, Coria y el croata Ivan Ljubicic. En el debut, el cordobés debería verse las caras con el suizo quien había ganado el certamen los dos años anteriores, ambos sobre cancha de cemento, en Houston, Estados Unidos. Esos antecedentes y la llegada tardía e inesperada de David incidieron en el desarrollo. Se impuso la lógica y Federer se llevó el triunfo con parciales de 6-3, 2-6 y 6-4.
El segundo match fue un clásico argentino frente a Coria. Nalbandian obtuvo el primer triunfo en el certamen: fue un ajustado 7-5 y 6-4 que le sirvió para soltarse y levantar vuelo. Ljubicic era el obstáculo rumbo a las semis. David fue una aplanadora: ganó por 6-2 y 6-2 y se metió entre los cuatro mejores.
Nikolay Davydenko, verdugo del Gato en la primera ronda y con quien David ya se había enfrentado en tres ocasiones, era el rival en semis. El Androide, como lo llamaban en su momento, era uno de los jugadores más temidos en la época. De esos que nadie quería enfrentar.
En la otra semifinal, el N°1 del mundo se hacía cargo de su favoritismo y le propinaba a Gaudio una de las derrotas más duras de su carrera: 6-0 y 6-0 para Federer, que obtenía el pasaje para su tercera definición consecutiva en la Tennis Masters Cup.
Era el décimo enfrentamiento entre ellos en la era profesional. David había logrado imponerse en los cinco primeros -arrastraba otras cinco victorias desde juniors, con lo que sumaba 10 consecutivas-, pero Federer, después de ganar Wimbledon por primera vez en 2003, comenzó a descontar esa ventaja y ganó los cuatro siguientes.
David notó que su rival mostraba signos de cansancio o indicios de tener algún problema físico. Quebró rápidamente, se adelantó en el tanteador y sumó confianza. Así logró llevarse el tercer parcial por 6-2 y acortar la diferencia.
“Si gano este set (el cuarto), se lo gano”, pensó entonces Nalbandian, o eso fue lo que dijo luego del partido. El cordobés prolongó el monólogo: 6-1 y dos sets por lado. Había que definir en el quinto.Federer, entonces, no se dio por vencido. Emparejó el tanteador y el suspenso se estiró hasta un desempate. El tiebreak, tercero del encuentro, quedó para David esta vez. Fue triunfo para él por 6-7 (4), 6-7 (11), 6-2, 6-1 y 7-6 (3), en cuatro horas y 33 minutos.
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