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AUTOMOVILISMO

20 de diciembre de 2015

De la cuna al taller: Fabián Giustozzi y su buen año en el TC

La temporada arranco inmejorable, con un triunfo de Guillermo Ortelli, de la mano del preparador saladillense y finalizo peleando el campeonato con el mismo Ortelli, además de los triunfos con motores de su taller en el TC Pista y TC Mouras y el campeonato con Esteban Gini.

Atrás quedaron las largas horas en el taller de los hermanos Giustozzi, las pruebas de los viernes y sus roturas, el desarme del motor durante toda la noche, los amigos que se acercaban para hacer el aguante, llegar con lo justo el sábado a parque cerrado y el trabajo a puro pulmón en la Dodge que conducía el recordado Carlitos Giustozzi…

Hasta que un día un Giustozzi llegó a lo más alto del automovilismo deportivo de nuestro país.

Fabián Giustozzi nació casi en el taller y digo casi porque su casa natal estaba pegada al taller de la Fiat sobre la avenida Rivadavia que tenía su padre y sin dudas sus primeros pasos fueron allí. Recuerdo ir a jugar allí y a su vez molestar pidiendo rulemanes para los clásicos karting de la época.

Luego llegó el turno del taller propio para Fabián y pasar por distintos estadios en lo deportivo, acompañante, piloto y preparador, entre otros de la Dodge de los hermanos Zavaleta y del Pato Di Palma.

El TC Roqueperense lo vio campeón en el Gran Turismo, con preparación propia y también en la clase C, como preparador.

Debutó en el TC en 1996, en las Dos Horas de Buenos Aires: “Yo me preparaba el chasis, el motor, todo, pero luego de una año no pude bancarlo más. Después volví en el TC Pista y me fue bien. En el 2002 perdí el título en Río Gallegos”, indicaba Fabián.

Allí también estuvimos cerca, y como bien decía Fabián, estaba peleando el campeonato como piloto en el TC Pista y me brindo uno de los momentos de mayor adrenalina vivido, cuando me invito como acompañante para probar en el autódromo de Olavarría, con salida de pista incluida…

Volviendo a los orígenes de la nota, un día un preparador saladillense llegó a la cima. Durante el 2015 fue el motorista, quizá, del mejor equipo del Turismo Carretera, el JP Racing. La temporada arranco inmejorable, con un triunfo de Guillermo Ortelli, de la mano del preparador saladillense y finalizo peleando el campeonato con el mismo Ortelli, además de los triunfos con motores de su taller en el TC Pista y TC Mouras y el campeonato con Esteban Gini.

 

“Me gané una rifa y armé mi primer taller"

Fabián Giustozzi dejó de correr en TC porque se quedó sin plata. Se convirtió en motorista por sugerencia de Pato Di Palma.

¿Cómo nació tu pasión por el automovilismo?

—Toda mi familia, de parte de mi padre, estuvo siempre ligada al automovilismo. Mi abuelo corrió las 1.000 Millas de 1947 y mis tíos Carlos y Julio compitieron en Turismo Carretera hasta finales de los 70. Siempre estuve rodeado de fierros. Cuando dejé la escuela primaria, en 1978, iba todas las tardes al taller de ellos. Yo era chico y caminaba por los boxes cuando empezaban a correr Aventin y todos los que están ahora en la ACTC.

Luego me puse un taller y atendía autos de calle, que lo armé cuando gané un coche en una rifa.

¿Cómo fue eso?

“Gané una rifa y armé el taller. En 1986, la Peña Amigos del TC de Saladillo organizó una rifa. En esa época, yo laburaba gratis y no tenía un peso. Me dieron diez números para vender, salía diez pesos cada uno. ¡Sabés lo que eran 100 mangos para mí! Pero vendí sólo uno, no lo podía creer. Me fui a mi casa y guardé los que me sobraron. Y salió un número que tenía yo. Gané un R12, lo vendí y armé el taller.

Hoy finaliza una temporada muy exitosa dentro de la categoría más popular de la Argentina y arranca una nueva, si bien no estará ligado exclusivamente al JP Racing, seguirá atendiendo el auto de Ortelli y el de Juan Martin Bruno entre otros, como el de Estaban Gini, recientemente campeón del TC Pista.

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